Un pájaro vivía en mí.
Una flor viajaba en mi sangre.
Mi corazón era un violín.
Quise o no quise. Pero a veces
me quisieron. También a mí
me alegraban: la primavera,
las manos juntas, lo feliz.
¡Digo que el hombre debe serlo!
Aquí yace un pájaro.
Una flor.
Un violín.
Juan Gelman
Que la partitura de la vida no cese nunca. Cuerdas meciéndose con las flores en el campo, trinos y zureos sobre sus cabezas. Música y danza deben conformar la naturaleza humana.
ResponderEliminarBesos en flor Etc
¡Oh,cuantas flores!
ResponderEliminarGracias.Gracias.Gracias.
(Querido Aka,el alma siempre está abierta a notas nuevas,no sonadas.)