jueves, 29 de agosto de 2013

ABC















I’ll never find out now
What A. thought of me.
If B. ever forgave me in the end.
Why C. pretended everything was fine.
What part D. played in E.’s silence.
What F. had been expecting, if anything.
Why G. forgot when she knew perfectly well.
What H. had to hide.
What I. wanted to add.
If my being around
meant anything
to J. and K. and the rest of the alphabet.

Ya nunca sabré
qué pensaba de mí A.
Si B. llegó a perdonarme de verdad.
Por qué C. aparentaba que no pasaba nada.
Qué papel jugó D. en el silencio de E.
Qué esperaba F., si es que esperaba.
Qué aparentaba G., a pesar de estar segura.
Qué quería ocultar H.
Qué quería añadir I.
Si el hecho de que yo estuviera a su lado
tuvo alguna importancia
para J. para K. y para el resto del alfabeto.

Wisława Szymborska

lunes, 26 de agosto de 2013

acerca de él























Es muy bueno
con ella
En el tren repleto
siempre encuentra un lugar
junto a la ventanilla
Él se queda en el pasillo
balanceándose sobre el diario

Cuando llueve
le da su impermeable
Dice
No me va a pasar nada

Le daría
su sueño
sus ojos

Es muy bueno
con ella
dicen

Qué más quiere ella
Pero ella no quiere nada
Le sonríe
y llora.

Małgorzata Hillar

martes, 20 de agosto de 2013

esperando a Robert Capa






















Gerda Taro*

Sobrevivir es huir adelante.

La suerte es algo que se lleva pegado a la suela de los zapatos. La tienes o no la tienes.

La patria no existe. Es un invento. Lo que existe es el lugar donde alguna vez fuimos felices.

Nos enamoramos siempre de una historia, no de un nombre, ni de un cuerpo, sino de lo que está inscrito en el.

Ojalá pase algo que nos salve de pronto. Ojalá nunca tengamos tiempo para traicionarnos. Ojalá aprenda a quererte sin hacerte daño.

Una estrella es como un recuerdo, nunca sabes si es algo que tienes o que has perdido.

Tal vez son los sueños los que inventan el futuro.

Susana Fortes

jueves, 15 de agosto de 2013

de la vida envidiable de Feliciano Argueta






















Ya ves que aquella despedida de México,
provisional como todos los plazos del corazón,
no pudo sobrevivir a su propia promesa.
Y hoy que es marzo,
compañero,
y que ya no te encuentras bajo este viejo cielo
donde los pájaros son desmemoriados,
me llena la certeza de que mientras no nos vimos
averiguaste más sobre la semejanza que en los días de la escuela
llegamos a vislumbrar entre la realidad y las marquetas tempranas
que dejaba en las esquinas el carruaje del hielo.

Así supe que en los años de la guerra
te asediaron a menudo las papalotas de la infancia;
que a ti también te desvelaron las estrellas
en las noches de la sierra
(esa desordenada fiesta de bengalas
de difícil sentido),
y que entre tantos paisajes como viste
había dos o tres que para ti llegarían a ser insustituibles.
Supe que después de todo
te sorprendió que el amor fuera eso tan disperso,
que puede a veces consistir en el rito desolado
de recoger para alguien que ni siquiera conocemos
las caracolas de Guanabo,
en las interferencias de una marimba lejana
en la noche de Bruselas
o en la muchacha de la blusa azul
que un domingo de Berlín nos reveló con sus modales
los infinitos riesgos del olvido.
Hoy sé que así tratabas de explicarme
que el mundo es demasiado grande para nuestra nostalgia.

Y esa desamparada aventura terrestre íbamos a contárnosla
aunque fuera después de aquellos largos almanaques de ausencia,
como tú mismo decías.
Yo te esperé muchas veces en un café de Praga
desde el que pueden seguirse las costumbres
de las gaviotas de noviembre,
mientras tú quizás andabas,
en horarios distintos,
por el remoto cielo de Valparaíso,
pensando que en efecto la realidad es translúcida
pero que es atravesable en un solo sentido
porque no tiene caminos de regreso.
Y qué bueno hubiera sido encontrarnos algún día
para entregarnos cuentas de lo andado,
para mirarnos a los ojos
por lo menos
una vez más en la vida,
y arrancarnos (¿quién sabe?)
las flores que entretanto nos hubieran crecido para el otro
en el propio corazón.

Pero tú sabías que no vale la pena
tratar de ser felices a la vieja manera.

Por eso es explicable que en tu cartera se encontraran
simples objetos de hombre que no le teme al olvido
(y desde aquella hora
la muerte no es para mí esa patria feroz
que nos aflige tanto con su ternura solitaria),
y que un 14 de abril te olvidaras de las citas y de las fechas humanas
y te marcharas conforme hacia el largo domingo sin barriletes ni pájaros,
la región que en los mapas más antiguos que existen
solía representarse con una ballena triste.

Mario Payeras

miércoles, 14 de agosto de 2013

el amante
























No hay errores. Sólo hay actos extraños.

La historia de mi vida no existe. Eso no existe. Nunca hay centro. Ni camino, ni línea. Hay vastos pasajes donde se insinúa que alguien hubo, no es cierto, no hubo nadie.

Marguerite Duras

jueves, 8 de agosto de 2013

the big dream























Love is the name
in the wind the wind blows through the trees and stars we make a wish to be together this night when we dream together we'll remember when we dream together the big dream the time has come to say the words we want to hear the time has come to say the words we want to hear love is the name in the wind the wind blows through the trees and stars we make a wish to be together this night when we dream together we'll remember when we dream together it's the big dream the big dream the big dream it's the big dream the big dream the big dream the big dream

David Lynch

domingo, 4 de agosto de 2013

amor






















Mi manera de amarte es sencilla:
te aprieto a mí
como si hubiera un poco de justicia en mi corazón
y yo te la pudiese dar con el cuerpo.

Cuando revuelvo tus cabellos
algo hermoso se forma entre mis manos.

Y casi no sé más. Yo sólo aspiro
a estar contigo en paz y a estar en paz
con un deber desconocido
que a veces pesa también en mi corazón.

 Antonio Gamoneda