lunes, 26 de noviembre de 2012

cisne de primavera















También en primavera mueren los cisnes
y ahí flotaba
muerto un domingo
girando de lado
en la corriente
y fui hasta la rotonda
y distinguí
dioses en carros,
perros, mujeres
que giraban,
y la muerte
se me precipitó garganta abajo
como un ratón,
y oí llegar a la gente
con sus canastos de camping
y sus risas
y me sentí culpable
por el cisne
como si la muerte
fuese algo vergonzoso
y me alejé
como un idiota
y les dejé
mi hermoso cisne.

Charles Bukowski

domingo, 18 de noviembre de 2012

sad love song
























Only my life will die for me, in truth,
sometime.
Only the grass knows the taste of the earth.
In truth, only my blood misses
my heart when it leaves.
The air is tall, you are tall,
my sadness is tall.
There comes a time when horses die.
There comes a time when machines grow old.
There comes a time when cold rains fall,
and every woman wears your head-
and clothes.
There also comes a huge white bird
and lays the moon in the sky.

Nichita Stănescu

jueves, 8 de noviembre de 2012

vieja fotografía























Hace mucho tiempo en Moscú, en una vieja casa de madera,
tú, siempre en silencio,
entrabas de prisa, corriendo feliz
pero luego salías de allí huyendo bastante triste.

Sucedía bajo la lluvia, bajo las nevadas;
era tu frenética llave a lo desconocido.
Siempre comenzabas con una arriesgada salida
y terminabas huyendo de tu casa.

Tus labios me besaban pero no decían palabras.
Me ofreciste tu cuerpo pero escondiste tu alma.
Me apretabas hasta darme dolor.
Y tus ojos no querían mirar los míos.

Yo no sabía nada de tu otra vida.
Amante de día no tenía idea de tus noches.
Tus uñas trataban de hacer pedazos el papel de la pared
rasgando el significado de tu silencio.

Poco después te sumergiste en nuestra ciénaga
en los intestinos de un bus o en el útero de una estación de trenes.
Dejándome solo, luchaba con las yemas de mis dedos
tratando de entender tu código Braille en la pared.

Después de tu huida, quedó en mi cuarto por mucho tiempo
tu aroma de frescas y recién cortadas lilas silvestres.
Pero una vez, ese aroma se desvaneció para siempre.
Envejecimos, cada uno por su lado, casi por medio siglo.

Y por casualidad fui cruelmente castigado
cuando tu marcador de libros cayó de un tomo de poesía de Alexander Blok.
Era la fotografía de tu rostro joven hace cincuenta años
era tu regalo de despedida.

Lo sentí mucho pero abrí ese libro muy tarde
y encontré algo escrito en un lado del marcador:
“No te sorprendas. Te amo. Para siempre.”
Y de tu rostro tu alma apareció por primera vez
pero otra vez  tus ojos evitaban mirar los míos.

Y oí tu voz con miedo desde la tumba:
“No te des por vencido. Lograrás muchas cosas.
Yo soy infeliz amado mío,
pero todos mis deseos se harán realidad.”

Dios mío, este libro guardaba tu rostro joven
incluso tu voz estaba cerca de mí
fui un pecador, un muchacho desatento
¿y aún ahora sigo siendo el mismo?

¿Por qué todavía  camino con ímpetu
por otras regiones del mundo, océanos, ríos, costas?
Es porque el aroma de una lila silvestre de nuestro pasado
aún permanece conmigo, y continua eternamente fresca.

Yevgeny Yevtushenko

viernes, 2 de noviembre de 2012

...

















    Para Sebastian.

 La carta póstuma de Marina Tsvietáieva a Rainer Maria Rilke:

«¿El año termina con tu muerte? ¿Es el final? ¡Es el principio! Tú eres para ti mismo —el año más nuevo (Amado, lo sé, sé que me lees antes de que escriba)— Rainer, estoy llorando. Tú te derramas por mis ojos. Querido, si tú has muerto, significa que no existe ninguna muerte (¡o ninguna vida!) ¿Qué más? Un pueblecito en Saboya. ¿Cuando? ¿Dónde? Rainer, y nuestro nido para el sueño? Tu ahora sabes ruso y sabes que Nest (nido) es gnezdó y sabes muchas otras cosas también… No quiero releer tus cartas, pues querré ir a alcanzarte, allá y no puedo querer; tú sabes bien lo que está unido a este «querer». Rainer, te siento constantemente detrás de mi hombro derecho. ¿Alguna vez pensaste en mí? —Sí, sí, sí. Mañana es el año nuevo Rainer, 1927. El siete es tu número preferido ¿Significa que naciste en 1875 (el periódico)? ¿51 años? ¡Cuán infeliz soy! Pero no debo afligirme. Hoy, a las doce de la noche brindaré contigo (Tú sabes cómo, golpearé tu copa en absoluto silencio). Amado: haz que te sueñe con frecuencia —no, no me he expresado bien: vive en mi sueño. Ahora tú tienes derecho a desear, a hacer. Tú y yo no creímos jamás en un encuentro aquí en la tierra, como no creímos jamás en la vida de este mundo ¿no es cierto? Tú te has adelantado (¡y ha sido mejor!) y, para recibirme bien, has reservado no una habitación, ni una casa, sino un paisaje entero. ¿Te beso en los labios? ¿En las sienes? ¿En la frente? Naturalmente —en los labios, verdaderamente —como a un ser vivo. Amado: ámame más intensamente y de diferente manera que los demás. No te enojes conmigo, aún debes acostumbrarte a mí, a cómo soy. Qué otra cosa. No, tú no estás aún en lo alto ni en la lejanía; estás aquí, junto a mí, tu frente está sobre mi hombro. Tú nunca estarás lejos: Nunca estarás inalcanzablemente alto. Tú eres mi querido joven adulto. Rainer, ¡escríbeme! (¿una súplica demasiado estúpida?) Te deseo un feliz año nuevo y un bello paisaje celestial. Rainer: Aún estás en la tierra: No ha pasado un día entero todavía».

jueves, 1 de noviembre de 2012